La depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas (Organización Panamericana de la Salud).
En un episodio depresivo, la persona experimenta:
Un estado de ánimo deprimido (tristeza, irritabilidad, sensación de vacío)
una pérdida del disfrute o del interés en actividades, la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
Se presentan varios otros síntomas, entre los que se incluyen la dificultad de concentración, el sentimiento de culpa excesiva o de autoestima baja, la falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, alteraciones del sueño, cambios en el apetito o en el peso y sensación de cansancio acusado o de falta de energía.
La afectación de las areas de la vida personal, familiar y social pueden llegar a ser graves dependiendo el tipo de depresión, las características de la misma y los estresores.
La depresión no se cura con querer hacer sentir mejor a los demás, dando consejos de experiencias propias, viajando o realizando ejercicio, requiere verdaderas intervenciones profesionales que se integren en todos los planos del ser humano para lograr la estabilidad.
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